La empresa checa Sensor fabrica sus productos en Bystřice pod Hostýnem. Durante su existencia se ha convertido en sinónimo de ropa térmica, calcetines, ropa de ciclismo y buen humor. Detrás de la creación de la marca Sensor estaba el deseo de producir ropa térmica altamente funcional que fuera más cómoda que una pelaje de ratón. A lo largo de su existencia, la marca Sensor ha cosechado numerosos éxitos notables y se ha convertido en líder del sector de la ropa funcional en la República Checa y Eslovaca.
Sensor no tuvo miedo de los retos y trasladó toda su producción a la pintoresca localidad checa de Bystřice pod Hostýnem. Así que nada de envíos desde China en barco por medio planeta, sino producción checa honesta.