Insectos comestibles
Los insectos secos, grillos, saltamontes o gusanos son la forma más fácil de mejorar significativamente la calidad y sostenibilidad de nuestra dieta. Esta es una de las razones por las que a estos alimentos se les llama la comida del futuro. Un grillo, por ejemplo, tiene unas 18 veces más hierro que un lomo de cerdo asado, mientras que una crisopa contiene unas 11 veces menos grasa que un solomillo de ternera. El caparazón del insecto contiene quitina, que tiene un efecto positivo sobre las defensas del organismo.