37.5®

37.5® es una tecnología de termorregulación dinámica que ayuda a mantener una temperatura corporal óptima, ahorrando así tu energía y aumentando la calidad y duración de tu rendimiento.

¿Por qué 37.5®?

Esta tecnología ayuda a mantener una temperatura corporal óptima de 37,5 °C y una humedad óptima del microclima cutáneo del 37,5%.

¿Cómo funciona?

La tecnología 37.5® trabaja activamente con la temperatura y la humedad de tu piel. Si tienes calor, las partículas activas integradas en el material aprovechan la energía de tu cuerpo para eliminar la humedad y refrescarte. Por el contrario, si tienes frío, las partículas activas trabajan para mantenerte caliente. El uso de la energía térmica de tu cuerpo también aumenta la velocidad de secado del material: cuanto más te calientas mientras te mueves, más actúa la tecnología y más rápido se seca el tejido.

Las partículas activas (de arena volcánica y cáscaras de coco), que tienen miles de millones de microporos, están incrustadas en el tejido. Esto proporciona a las fibras hasta un 800% más de superficie de evaporación. La tecnología absorbe la luz infrarroja que emite el cuerpo humano y la convierte en energía que alimenta las partículas activas. Cuando no hay humedad, las partículas retienen esta energía para mantener el calor. Si hay humedad, es decir, si tienes calor, las partículas utilizarán la energía para absorber la humedad de tu ropa antes de que se convierta en una gota de sudor. Además, también atrapan las moléculas de olor, que sólo liberan cuando lavas. Pero las propias partículas se almacenan permanentemente en la fibra, por lo que funcionan durante toda la vida útil de la prenda o el calzado, independientemente de cuántas veces lo laves.

¿No es un cuento de hadas del marketing?

La tecnología 37.5® fue desarrollada por el doctor Gregory Haggquist, experto en fotoquímica y fotofísica que lleva muchos años estudiando la interacción de la radiación IR con diversos materiales. Cuando realizó una estancia postdoctoral en Japón en 1992, visitó los famosos «baños» en las arenas volcánicas del monte Aso. Al principio pensó que sólo duraría unos minutos en la arena caliente, pero lo disfrutó durante una hora e incluso le resultó agradable. Se dio cuenta de que el confort proviene de un equilibrio entre la entrada y la salida de calor. La arena volcánica eliminaba el vapor de su piel tan rápidamente que le refrescaba. Mientras otros se centraban en descifrar el comportamiento del sudor sobre el tejido, Haggquist comprendió que la clave del confort residía en eliminar la humedad antes de que se convirtiera en sudor líquido. Esta experiencia dio lugar a la tecnología 37.5®, cuyos efectos han sido probados mediante ensayos avanzados.

Además de las pruebas de laboratorio centradas en el tiempo de secado (AATCC200 y 201), la tecnología se ha sometido a numerosas pruebas sobre el terreno. Se ha demostrado que mejora el rendimiento de los atletas al optimizar su temperatura durante el ejercicio, de forma muy similar a los chalecos refrigerantes. Se ha demostrado que prolonga el rendimiento máximo en 10 minutos y hasta un 26 %. Se publicó un estudio detallado en la renombrada revista de medicina deportiva The International Journal of Sports Medicine (Beneficial Effect of Cooling during Constant Power Non-Steady State Cycling, enero de 2017). Además, las pruebas realizadas en el Inside Climate Lab de Múnich han demostrado que aumenta el confort gracias a su capacidad para descomponer la humedad antes de que se genere el propio sudor.

Datos clave sobre la tecnología 37.5:

• las partículas activas aumentan el rendimiento y el confort
• calienta cuando hace frío y refresca cuando hace calor
• ayuda a mantener un microclima confortable del 37,5% de humedad de la piel
• evacua la humedad en la fase de vapor antes de que se formen las gotas de sudor
• las partículas activas son puramente naturales
• absorbe el olor
• funciona durante toda la vida útil de la prenda/calzado
• se seca hasta 5 veces más rápido que los materiales funcionales convencionales