Algodón orgánico

El algodón es un material popular en todo el mundo. Sin embargo, el cultivo de plantas de algodón puede tener un efecto muy adverso sobre el medio ambiente. ¿Cuáles son las diferencias entre el algodón cultivado convencionalmente y el algodón ecológico certificado?

El cultivo del algodón requiere mucha agua y es susceptible a las plagas, que se evitan mediante la aplicación de plaguicidas nocivos. Los estudios demuestran que en todo el mundo se utiliza hasta el 16% del total de pesticidas que se emplean anualmente en el cultivo del algodón. Además, en la agricultura se utilizan diversos fertilizantes artificiales y las plantas se modifican genéticamente. Gracias a las máquinas que pueden cosechar grandes cantidades de algodón en menos tiempo, se produce un considerable agotamiento del suelo. 

El algodón ecológico se cultiva de forma sostenible, sin pesticidas, con métodos naturales de control de plagas y en zonas donde la planta crece de forma natural, por lo que no necesita grandes cantidades de agua. El algodón ecológico se cosecha a mano y se abona con compost natural. Para teñir las fibras sólo se utilizan sustancias naturales que no contaminan el medio ambiente. 

El algodón orgánico no ha sido sometido a procesos químicos durante su cultivo, lo que lo hace más suave y blando que el algodón cultivado convencionalmente. Al mismo tiempo, la pureza del material lo hace muy adecuado para pieles sensibles y alérgicas.